Empiezo mi #2021 bloguero y existencial estando de baja por COVID. Me imaginé acabar el año de muchas maneras, pero en ningún caso confinada por ser positivo y sintomática. Me ha pasado un camión por encima y no lo he visto venir. Por primera vez en meses y diría que años el móvil ha desaparecido durante días de mi vista. Incapaz de publicar, contestar mensajes o llamadas, leer correos y menos aún de sentarme en el ordenador a hacer nada.
Todavía arrastro malestar y consecuencias, pero en realidad estoy bien. Creo que, dados mis antecedentes de salud, haberme librado de estar en el hospital es todo un triunfo en sí mismo. Así que, en estas circunstancias tan específicas, ahí va mi resumen.
Mi vida en 43.324 palabras
Mi #2021Bloguero es bloguero y existencial. Escribo, luego existo. Escribir para mí es terapéutico, es aprendizaje y activismo, es refugio, lucha y consuelo, es compartir.
Este año ha estado marcado por la adolescencia de mi hijo. Adolescencia y autismo son una combinación, cuanto menos, interesante. Él, como todo adolescente, está pasando por una etapa crucial en su desarrollo: el paso a la edad adulta. Una transición que dura años y no tiene unos límites claros y marcados.
Además, es autista y esto conlleva que sus problemas y dificultades se vean traspasados por el capacitismo de un sistema que todo lo medicaliza y convierte en patológico.
Pero todo esto apenas se ha visto reflejado en mis post, ni en el blog, ni en redes sociales. Como mucho, lo máximo que me “he permitido” ha sido esta entrada “Secundaria, adolescencia y autismo”.
Es su vida, son sus problemas y su camino de aprendizaje. Su intimidad. Me he encontrado de pleno este año con la disyuntiva de no querer escribir en público sobre ello para proteger su intimidad, pero una gran necesidad de compartir todo lo que nos pasa.
Confidencialidad y cuidado
Este 2021 ha sido el colofón de un proceso que en realidad empezó el mismo día que abrí el blog. Un proceso reflexivo sobre los límites entre mi vida y lo que quiero exponer de ella y la suya, la de mis hijos.
Después de, no exagero, dudar durante tres años sobre si publicar o no imágenes, sobre qué límites autoimponerme, qué contar y hasta donde llegar, este año decidí autolimitarme al máximo.
Así que tan sólo de pasada escribo en público sobre mi experiencia como madre de un adolescente autista. Las reflexiones sobre su situación, sus miedos y cómo la convivencia se complica en casa, las dejo para un diario privado.
Quiero cuidar su privacidad y cuidarme a mí misma con ello. Mi vida es muchas cosas y muchas facetas y en este blog, principalmente, lo que soy es asesora de lactancia y madre de dos, el mayor autista.
Por tanto, me centro en ese período de vida que va desde los 0 a los 6 años aproximadamente. Período durante el cual suele darse la lactancia materna. Me centro en las madres, autistas o no, y en toda aquella persona que tenga interés por conocer la lactancia de un bebé autista.
Respeto su intimidad y privacidad y centro mi mensaje en lo que me concierne a mí realmente: que es haber dado lactancia a mi hijo durante cinco años y medio sin saber que era autista.
Las entradas más leídas
Este año, cómo no podía ser de otra manera, se consolida un cambio importante que empezó en junio del 2020.
La entrada más leída en 2020 y también este 2021 ha sido “Odio mi vida quiero morir: hablemos de suicidio”. Post en el que relato un encontronazo importante que tuvimos con la ansiedad, el miedo y el dolor más profundo. Momento crucial en el que encontramos el diagnóstico y en el que sentí miedo por la situación de mi hijo. Una reflexión sobre el acoso, la hostilidad hacia las personas autistas y como esto puede llevar al límite a una persona. Liberarnos de la lacra del acoso y proteger la salud mental de las personas es una responsabilidad de toda la sociedad.
La segunda entrada más leída es “Embarazo y factores de riesgo después de un hijo con TEA ¿Es la discapacidad o es la falta de apoyo?”. Una entrada en la que analizo los factores de riesgo conocidos, ambientales y genéticos, de tener otro hijo/a autista ante un segundo embarazo. Es una entrada en la que sobre todo expongo la realidad de tener un hijo con discapacidad en un mundo capacitista y discriminatorio. Las dudas y los miedos, la incertidumbre y la culpa que siempre nos persigue. No es el autismo, no es la lactancia, es la falta de apoyo.
Les siguen de cerca “Libros y cuentos sobre el destete”, “Autismo, lactancia y rabietas” y “Aspectos emocionales del destete”. Mi lectura de estas estadísticas es que son el reflejo de la situación de desborde emocional y de falta de apoyo que vivimos en general las familias con hijos con autismo. La pandemia sigue con nosotros y nos condiciona y limita en mayor o menor medida. Dependiendo del momento, del contexto y de la incidencia acumulada, nos afecta.
Somos un colectivo vulnerable y dependiente. Antes del covid ya lo éramos, ahora mucho más.
Eventos y momentos destacables
Este 2021 me ha llevado por muchos caminos y me gustaría destacar algunos.
Acudir como voluntaria a la Universidad de Barcelona, a compartir mi experiencia con estudiantes de la doble titulación de educación primaria e infantil.
Un evento precioso en LactaMater: la presentación del libro “Madres también: alimento para el alma” de Olaya Rubio.
Una mesa redonda también en LactaMater sobre la violencia obstétrica.
Finalista en los premios 20Min en la categoría de salud el mismo día que participé en las Terceras Jornadas de Lactancia Materna del ICS en Barcelona.
Escapada a Tarragona en el encuentro Fedalma.
El grupo, de reciente creación, de apoyo a madres (autistas o no) que den el pecho a sus hijos. Un grupo que está empezando y espero se consolide durante el 2022.
El año del E-book
Y el E-book, los Tips de autismo y lactancia que todos los lunes (o casi) desde el 25 de enero estoy publicando en redes sociales. De momento solo en formato electrónico, espero poder ponerlo a la venta en formato papel en breve. Esto ha sido un tema que se ha retrasado por contagiarme de covid.
Casi no he podido hacer difusión ni nada de nada. Espero este 2022 poder compartir este pequeño recopilatorio de 89 Tips y que EL LIBRO, en mayúsculas, pueda también salir a la luz en este próximo año que entra.
Mis deseos para el 2022
Pues los de siempre, en esto no hay novedad, continuar avanzando y superando dificultades. Aprendiendo y compartiendo con todas aquellas personas que me leéis, que comentáis y que participáis en el blog y en las redes, que me enviáis mensajes, que estáis ahí en el mundo virtual y en el real.
Seguiré escribiendo sobre:
- autismo
- lactancia
- inclusión
- crianza
- maternidad
- feminismo
- derechos
- vulnerabilidad
- discapacidad
- dependencia
- diversidad.
No espero grandes cosas del 2022, será un año más, con problemas, dificultades económicas, burocracia, ansiedad, dolor, pero también lucha, activismo, sororidad y compañía y seguro que no faltarán los logros, los avances y los retos conseguidos.
Seguiremos poniendo un pie detrás del otro, soñando que cada día será mejor que el anterior.
Un abrazo familias.
Que tengáis un feliz y diverso 2022.
En la diversidad cabemos todos.
Lactando en Diverso.
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