Empecé el diario de mi segunda caída después de acudir al ambulatorio de urgencias y que me dieran la baja. Aquella misma noche cogí una libreta que apenas estaba usada y empecé a escribir.
Estoy de baja laboral por una crisis de ansiedad, resultado de meses de dolor extremo por la adenomiosis y de mi excesiva carga mental, acompañada de secuelas por el dichoso covid.
ADENOMIOSIS
La adenomiosis no es dolor de regla y ya está. No se trata de tomarte calmantes y ya. Afecta a muchos otros aspectos de la salud que solo ahora estoy empezando a reconocer.
Estoy en seguimiento de ginecología, además de buscando también otras vías como la fisioterapia y la nutrición. Vías a través de las cuales también se pueden controlar los síntomas de la adenomiosis.
No es fácil y no es un camino breve y directo. Tan solo he empezado a dar los primeros pasos.
COVID
Cogí el covid estas navidades y no vino solo. Se me complicó con una sinusitis de las potentes. Tuve unos dolores de cabeza realmente insoportables. Estuve tres semanas de baja justo cuando iba a descansar, cuando nos íbamos de vacaciones a desconectar. Mi marido también se contagió y estuvimos los cuatro encerrados en casa pasando las navidades como pudimos.
Del covid me quedan dolores de cabeza que posiblemente sean migrañas. Y ahí estoy, esperando los resultados de las pruebas que aporten luz y sobre todo solución a mis dolores de cabeza.
CARGA MENTAL
La carga mental es ya un clásico entre los clásicos. El cuidado de mis hijos, el trabajo, la burocracia, las visitas médicas (propias y de la familia), las gestiones de la casa…. son fuente de carga mental.
Además, intenta hacer cosas por gusto en medio de todo eso. Sé asesora de lactancia, escribe en un blog, acude a un club de lectura…
Todo esto son elementos de autocuidado, pero difícilmente los puedes disfrutar cuando vives pensando en si mañana te bajará la regla o no. En si te dolerá tanto que tendrás que estar tres días en cama. O si te dolerá la cabeza y tendrás que bajar el ritmo o parar directamente.
Demasiada tensión. Demasiada carga.
PARADA Y CRISIS
Así que finalmente mi cuerpo dijo basta. Hasta aquí. Vas a parar unos meses y te vas a recomponer mientras cuidas de tu salud física y mental.
Volví entonces a escribir un diario: el Diario de mi segunda caída. Una libreta que me acompaña, me escucha, contiene mis pensamientos y los organiza.
También estoy acudiendo a la psicóloga del CSMA, que me está ayudando mucho a reponerme. Y mi doctora de cabecera. A la que he ido a ver en estos últimos meses más veces que en toda mi vida. Un amor de persona que me ha acompañado en la búsqueda de respuestas a mi malestar, mi dolor y no se ha quedado de brazos cruzados.
La primera vez que fui a verla, allá por los primeros meses del año pasado, podría haberme dicho “son nervios” y quedarse ahí, pero no lo hizo. Me escuchó y fue buscando respuestas hasta que llegó el diagnóstico.
RECUPERACIÓN
Estoy recuperándome. Cuidándome. Y volviendo poco a poco a retomar mi vida.
Puedo decir, aunque lo digo con la boca pequeña por si acaso, que los dolores de regla han desaparecido, que los dolores de cabeza han disminuido y que siento que voy por el buen camino.
En momentos de crisis como los que he vivido, no puedes parar, no sabes parar, sigues adelante porque sí. No se puede vivir con dolor constante como si no pasara nada. No se puede vivir con una gran carga mental como si todo fuera cuestión de seguir y punto.
Mi cuerpo dice basta y me detiene. Decido entonces cuidarme y reponerme.
Tenía que parar. Desconectar y recuperarme.
En este mes de baja he reflexionado mucho sobre muchas cosas, aspectos de mi vida que puedo cambiar y otros que no.
No puedo cambiar el sistema social y económico de un día para otro. Es inevitable ser gestora y trabajadora social de mi familia. Mi familia es como es y nos ha tocado vivir en un mundo burocratizado y miserable que nos convierte en víctimas de papeles, trámites y visitas absurdas. No puedo cambiar nada de esto.
Pero puedo decidir priorizar proyectos, reducir presencia en redes y disminuir el uso del móvil, por ejemplo. Adaptarme y ser menos exigente conmigo misma.
AGRADECIMIENTOS
Hace un mes que no publico en ningún sitio, el mundo ha seguido adelante y no ha habido ninguna hecatombe en mis redes ni en el blog.
He agradecido enormemente el apoyo de mi tribu en LactaMater, los mensajes de ánimo, los cuídate mucho, algún que otro detalle sorpresa y por supuesto vuestra paciencia para seguir ahí, queridas personas lectoras que seguís aquí, sin saber realmente la mayoría de vosotras qué estaba pasando.
Sigo adelante, mirando atrás para no olvidar aquello que me hizo caer, y recordar siempre a las personas que han estado ahí para que me apoyara en ellas y poder caminar.
Gracias.
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