Como sabéis, este miércoles una mujer fue obligada a parir en un hospital por orden judicial. El Subdirector de Servicios Quirúrgicos y Críticos del Hospital Universitario Central de Asturias decidió que una de las pacientes del hospital no tenía derecho a decidir sobre su cuerpo.
Alegó, como no, riesgos para la vida del feto de forma inminente y «sugirió» un parto inducido en hospital.
Finalmente, un juez emite una orden judicial y la policia se persona en el hogar de esta familia. La mujer es obligada a parir en el hospital en contra de su voluntad. Un equipo de matronas independientes la estaba acompañando en ese momento en su parto pues el trabajo de parto ya estaba iniciado.
Ha tenido a su bebé, en contra de su voluntad, en el hospital y por cesárea.
Ella quería parir en casa con un equipo de matronas profesionales
Parir no es un acto médico, salvo (deberían ser) contadas excepciones. Es un proceso íntimo y pasional que forma parte de nuestra biología. Para parir necesitamos tres cosas: intimidad, seguridad y libertad de movimientos. Igual que para mantener relaciones sexuales satisfactorias. Para las emergencias y las urgencias tenemos a matrona/es y ginecólogos/as
Este video lo he usado alguna vez en alguna charla para explicar qué NO es una relación sexual satisfactoria.
Y este para explicar qué no es un parto respetado.
También para explicar qué no es un parto fisiológico.
Un parto respetado no tiene porqué ser fisiológico. Un parto respetado es aquel en el que se respeten la autonomia de la mujer y sus decisiones sobre el tipo y el lugar de parto que quiere.
Querer que se respeten nuestras decisiones alrededor del parto no nos convierte automáticamente en descerebradas inconscientes, antivacunas y anti asistencia médica ni barbaridades por el estilo.
Queremos poder parir en libertad, pero eso en España no es tan fácil.
¿Riesgo o autonomia?
La realidad es que las estadísticas de los hospitales sobrepasan con creces las recomendaciones de la OMS, por ejemplo.
Lo digo más que nada para los que piensan que esta mujer pone en riesgo su salud o la de su hijo por no querer ir a parir a un hospital. A lo mejor es que parir en un hospital también tiene sus riesgos. Tal vez es que quién tiene que asumir los riesgos no es el hospital sino la mujer que pare. Por eso debe ser que tenemos una ley de autonomia del paciente. (Ironia)
El error es poner el foco de la noticia en el riesgo.
Y no en el derecho a la autonomia del o la paciente.
La ley de autonomia del paciente establece en su art.2.4 que todo paciente o usuario puede negarse al tratamiento.
Como todos los derechos, tiene límites. Salud Pública y casos de urgencia o emergencia vital.
Riesgo para la salud pública creo que no hace falta ni argumentarlo. Es evidente que no lo hay.
Urgencia o emergencia vital pues tampoco. Aqui una definicion del Gobierno de La Rioja, de la página Rijoa Salud, sobre lo que es emergencia o urgencia.
No soy matrona ni médico ni pretendo serlo. Pero las estadísticas de cesáreas, por tomar un ejemplo en concreto, me hacen sospechar que demasiadas veces no se aplican las estrategias para el parto normal que publica el Ministerio de Salud y que no siguen las recomendaciones de la OMS.
Si os interesa, podéis consultar la página de www.elpartoesnuestro.es para conocer les estadísticas de episiotomías, entre otras.
¿Realmente había un riesgo tan grande que había que pedir una orden judicial?
No. No lo había, si hubiera habido ese riesgo tan grande en cuanto hubiera puesto un pie en el hospital le hubieran hecho una cesárea de urgencia. Porque para que esté justificada la orden judicial, tiene que haber RIESGO INMEDIATO Y GRAVE.
¿Hace falta que ponga aqui el significado de la palabra INMEDIATO? Voy a pensar que no.
Cuestión de derechos y de ética
En los medios se desvía el núcleo de la cuestión que aquí se debate. No es una cuestión de riesgo. Es una cuestión de derechos y de ética. Los médicos, como muchas otras profesiones, tienen códigos deontológicos.
Ética, valores, principios.
El Consejo General de Colegios oficiales de médicos publica en su web una entrada llamada ¿Qué hacer si el enfermo rechaza un tratamiento?
La Ley de Autonomia del paciente traslada la decisión final sobre el tratamiento a seguir al paciente.
El reconocimiento del derecho al rechazo o negativa al tratamiento por el paciente comporta la inexistencia o desaparición de la posición de garante del médico, cuando el paciente ha tomado y manifestado a su médico la decisión en tal sentido.
Dr.Mariano Casado Blanco. Curso de Experto en ética médica.
Entonces, ¿de qué estamos hablando?
Hablamos de que se ha obligado a una mujer a parir en el hospital cuando había manifestado su intención de parir en casa.
¿Hacía falta recurrir al juez?
No. Lo que hacía falta era dar a firmar el rechazo a la inducción de manera expresa.
Nada más.
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