¿Compartir o no compartir cama con nuestros hijos? (2)

La decisión de dormir o no con nuestros hijos la tomamos cada día. Suele ocurrir que durante el embarazo planeamos cómo vamos a educar a nuestro bebé. Empezamos ya (o creemos que lo hacemos) a tomar decisiones sobre aquello que no haremos nunca, decidimos sobre nuestras líneas rojas.

Hasta que llega la hora de la verdad y de pronto un día te das cuentas de que no hay nada más inestable que criar un hijo. Lo que hoy es placidez y calma, mañana es estrés y nervios. Un día funciona aquello que nos dijo la vecina, al día siguiente no funciona. Entonces nos desesperamos porque todo el mundo nos da consejos y parece que los demás conocen mejor a tu bebé que tú.

Así que, tanto si decides desde el primer día que dormirá contigo, como si prefieres que no ocurra nunca, es mejor concocer de qué manera compartir cama de forma segura. Porque en algún momento siempre puede pasar que un día acabe en tu cama, mejor prevenir y tener información.

Nunca digas de este agua no beberé

Refrán popular.

De verdad, te pasará. A todos los padres y madres del mundo nos pasa. Es así, es la realidad con la que te vas a topar y no pasa nada. Sin culpas. Se trata de adaptarnos y aceptar que no siempre podemos controlarlo todo,

Consejos para un colecho seguro

Infografía

Posición en C

Esta posición en C, «cuddle curl» no es una nueva moda que se haya inventado nadie. Ni siquiera algo creado en un laboratorio, ni ideado por ni por ninguna mente superior.

Es la posición que adoptamos las madres humanas de forma natural para dormir con nuestro cachorro. Es una posición en la que amamantamos y dormimos con nuestro bebé.

La madre duerme de lado, el bebé a la altura de su pecho (boca arriba) y en paralelo a la madre. La madre tiene las piernas encogidas en dirección hacia el bebé. Un brazo protege al bebé cercano a él, el otro está estirado en horizontal (o doblado apoyando la cabeza), las piernas hacen de barrera hacia abajo. La madre protege y rodea con su cuerpo y su calor a su bebé.

Posición en C «Cuddle Curl»

Colecho y Lactancia materna

Las madres que amamantan son (o somos, me incluyo) las que habitualmente suelen compartir cama con sus bebés. Mis hijos durmieron con nosotros durante bastante tiempo. No lo decidí de forma consciente, lo hice por necesidad. Realmente es mucho más descansado compartir la cama con el bebé, a pesar de que no es que sea la panacea. Es decir, nadie duerme como antes, no como estábamos acostumbrados. Nuestro sueño de adulto no tiene nada que ver con el de un bebé. Sí, se despiertan. Y mucho. Esta es otra realidad que acaba cayendo por su propio peso. Hay épocas mejores, otras peores, temporadas que te acostumbras a dormir seguido y luego vuelta a empezar. Somos los mamíferos que más tiempos, energía y esfuerzos dedicamos a la crianza de nuestros cachorros. No sirve de nada tener prisa, no son adultos y no lo van a ser en mucho tiempo.

El colecho en estos casos puede ser un gran aliado. Con todo no hay una única forma de hacerlo. Hay famílias que deciden compartir cama solo una parte de la noche. Otras comparten cama toda la noche con la madre, pero el padre duerme en otra habitación. En los hogares de familias que comparten cama, lo más habitual es empezar en una cama y no saber en cuál vas a acabar la noche.

Algunas enganchan una cama individual a la de matrimonio, otras usan cunas de colecho y otras directamente tiran al suelo los colchones.

Todo esto responde a una única necesidad: dormir y descansar.

Colecho y lactancia artificial

«Alimentar a un bebé con sustitutos de la lactancia materna (fórmula) está asociado con un incremento sustancial del riesgo de muerte súbita del lactante (MSL). Esto debe ser causado por la menor resistencia del bebé a infecciones y el riesgo incrementado de infección comparado con las diadas que amamantan» (ABM, 2019, p5.)

La lactancia artificial tiene riesgos, la lactancia materna en realidad tiene beneficios. Esto es así y si alguien dice lo contrario está negando la evidencia.

Ahora bien, la evidencia científica es la que es y los casos particulares de cada familia son eso, casos particulares.

Este protocolo de la ABM analiza los estudios existentes relacionados con el colecho y la lactancia y saca sus conclusiones.

¿Significa esto que todos los bebés alimentados con lactancia artificial tienen el mismo nivel de riesgo de sufrir un SMSL? No exactamente.

Significa que en tu bolsa de bolas blancas y negras tienes más bolas negras que una familia que amamanta.

Habrá más factores que puedan influir y que dependeran tal vez de la genética, de la zona en la que vivas y mil cosas, pero no te mientas a ti misma pensando que la lactancia artificial es igual que la materna. Sé consciente de los riesgos y minimiza otros factores de riesgos.

En el próximo post: Estrategias para minimizar los riesgos en familias en las que compartir cama es de alto riesgo.

Aquí el primero: Factores de riesgo del colecho.

Referencias

Peter S. Blair, Helen L. Ball, James J. McKenna, Lori Feldman-Winter, Kathleen A. Marinelli, Melissa C. Bartick, the Academy of Breastfeeding Medicine, Michal Young, Larry Noble, Sarah Calhoun, Megan Elliott-Rudder, Laura Rachael Kair, Susan Lappin, Ilse Larson, Ruth A. Lawrence, Yvonne Lefort, NicoleXy Marshall, Katrina Mitchell, Catherine Murak, Eliza Myers, Sarah Reece-Stremtan, Casey Rosen-Carole, Susan Rothenberg, Tricia Schmidt, Tomoko Seo, Natasha Sriraman, Elizabeth K. Stehel, Adora Wonodi, and Nancy Wight.Breastfeeding Medicine.http://doi.org/10.1089/bfm.2019.29144.psb

Una respuesta a «¿Compartir o no compartir cama con nuestros hijos? (2)»

  1. […] de todo lo que ya hemos comentado aqui y aqui, queda claro que sí: en algún momento vamos a dormir con nuestros hijos e hijas. Tengamos […]

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