Puedo resumir mi 2024 en esa palabra: Ausente.
Ausente de redes sociales, del blog y de mi proyecto personal que es Lactando en Diverso.
2024 ha sido el año de aprender a poner límites sin culpa, de rebajar esa autoexigencia y compromiso personal que me hace llegar a perder el horizonte.
Miro en perspectiva y me doy cuenta de que, del 2019 hacia aquí, (pandemia y baja por ansiedad y depresión mediante) no he dejado de darle vueltas a lo mismo: decir que no y rebajar actividades, compromisos, activismos.
Cuidar de personas dependientes no me deja margen para planificar y organizarme; es un caos continuo. Estar ausente de redes y del blog ha sido mi manera de priorizar durante este 2024. La realidad es que no puedo con todo y quizá ha llegado el momento de soltar y dejar ir.
Pero no voy a soltar Lactando en Diverso. Al final no deja de ser algo mío y no tengo a nadie pidiéndome reuniones o marcando plazos. Soy yo misma, mi vida, mis experiencias y aprendizajes.
Siento que es el momento de dejar la presidencia de LactaMater, la asociación que cofundé y que hoy funciona como una auténtica tribu de apoyo entre iguales. Otra madre asumirá la presidencia, y yo seguiré apoyando desde otro lugar, priorizando mi salud mental y bienestar.
En 2025 seguiré construyendo espacios de apoyo para madres y familias, pero desde el equilibrio y desde mi autocuidado y sin la responsabilidad de liderar una asociación con todo el compromiso que ello conlleva.
Mi vida es un tetris tambaleante. Cuidar, trabajar y en medio de todo eso aspirar a tener una vida y proyectos propios es una tarea ardua y constante. A veces la mayor valentía está en parar, respirar y decir no.
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