Los mandamases que se inventaron lo del cambio horario ni tenian hijos ni tenian humanidad ni nada que se le parezca.
Nació como medida para fomentar el ahorro energético y económico que ya hace tiempo que está en discusión.
ABC. D O M I N G O 7 DE A B R I L DE 1974. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 27.
A mi no me salen las cuentas.
En un mundo como el nuestro en el que todo, absolutamente todo, pasa por utilizar una fuente de energía, esto del cambio horario no vale para nada.
Si quieren que ahorremos energía que empiecen por una auténtica conciliacion horaria para empezar.
EN EL CENTRO LAS PERSONAS
Pero en otros términos, ¿empezamos a pensar en las personas?
Porque esta claro que los cambios horarios nos afectan a la salud.
Cada vez que cambiamos de horario nos pasamos una semana descolocados y de mal humor.
Las rutinas se nos vuelven del revés y nos tenemos que volver a adaptar.
No conozco ningún padre ni madre de familia que no soporte estoicamente las dificultades de adaptación de sus retoños.
Y no solo eso, estudios como los que enumero al final del documento como referencias vienen a corroborar este hecho: el cambio horario afecta a nuestra salud.
¿Por qué narices lo seguimos manteniendo?
Iniciativas por unos horarios más respetuosos
¿Conocéis esta asociación?
Podéis encontrar información en sus redes sociales:
https://www.instagram.com/arhoe_enhora/
Si entráis en su instagram podéis acceder a una encuesta abierta sobre el tiempo que tenéis disponible con vuestros hijos e hijas.
Es una de las muchas iniciativas que van surgiendo para dar respuesta a un problema creciente en nuestro país.
La falta de perspectiva de derechos en relación con los horarios de las personas.
El cambio horario se basa en una perspectiva económica que como tal es obvio que es necesario tenerla, pero es una perspectiva coja a la que le falta una mirada hacia las personas como sujetos de derechos, entre ellos, el de la salud.
Y, como no, los grandes olvidados de todo este mejunje de horarios, criterios económicos y racionales son los bebés y los niños.
Cuyo derecho a tener un apego seguro con sus progenitores, su derecho a tener unos padres presentes y activos en la crianza de sus hijos se ve puesto en peligro constantemente por horarios extensivos y falta de protección a la maternidad.
No, no somos máquinas y la conciliación es algo más que repartir un pastel.
REFERENCIAS
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3. Sandhu A, Seth M, Gurm HSDaylight savings time and myocardial infarctionOpen Heart 2014;1:e000019. doi:10.1136/openhrt-2013-000019
4. Kotchen JM, Grant LE. Does daylight saving time save energy? Evidence from a natural experiment in Indiana. Rev Econ Stat 2011;93:1172–85.CrossRefGoogle Scholar
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