La salud mental es algo que no sabes que tienes hasta que la pierdes.
Un día te sientas en el sofá por la mañana y empiezas a llorar.
No puedes levantarte del sofá, no quieres comer y sabes que estas entrando en una curva peligrosa.
Llevas desde que escuchaste el diagnóstico de tu hijo llorando sola en el coche cada vez que lo coges.
No tienes espacio para ti, no sabes que es el autismo y te imaginas lo peor de lo peor. El miedo te domina.
Sabes que estás perdiendo tu salud y decides coger una excedencia del trabajo antes que una baja por depresión.
Y sigues adelante, buscas ayuda con una psicóloga maravillosa que me acompañó en mi proceso de recuperación.
Aprendes todo lo que puedes de autismo y pasas por todas las fases del duelo habidas y por haber y las recorres varias veces en direcciones distintas.
Un día vuelves al trabajo y recuperas tu vida.
Y hoy, me he olvidado de que era el Dia de la Salud Mental. Completamente.
Hasta que mirando redes sociales lo he visto.
Y me he mirado en el espejo y he recordado el dia que dije en el trabajo que no podía más, que tenía que dejar de trabajar.
Tenía que ocuparme de mi hijo, que estaba con unos niveles de ansiedad equivalentes a los mios y ocuparme de mi misma y de mi pequeña.
Hermana de un niño con #discapacidad que vivió de cerca los peores años de su hermano.
La salud mental importa. Mucho.
Y no le prestamos atención hasta que la perdemos.
Miramos a los que no la tienen como si fueran seres de otra especie.
Sin ser conscientes de que cualquier dia podemos ser nosotros.
Deja una respuesta