El equilibrio perfecto entre evidencia científica y perspectiva de derechos se da cuando ofreces información veraz y contrastada, a la vez que respetas, sostienes y acompañas las decisiones de las mujeres.
Soy asesora de lactancia, no te diré nunca qué tienes qué hacer. Lo primero que te preguntaré es qué quieres hacer.
Yo te asesoro en lo que necesites, tanto si quieres ofrecer lactancia artificial, como si quieres hacer materna o bien mixta por convicción.
No te voy a mentir, la lactancia artificial conlleva riesgos para la salud, la lactancia materna no. Pero nadie duda de que hoy en día, tal y como están las cosas, las madres no lo tenemos fácil para lactar. Es perfectamente legítimo decidir ofrecer lactancia artificial a un hijo, pero no olvides que incluso en ese caso, yo te asesoro y te acompaño en tu proceso.
No existe la guerra entre madres
A mi no me molesta que una madre dé biberón. Ni lactancia materna, o mixta. No voy preguntando ni cuestionando lactancias en mi día a día. Tampoco necesito que me expliques tu lactancia solo porque soy asesora. Como si ante mi tuvieras que pasar un examen. No necesito que me lo cuentes, si no quieres. No regaño a nadie. Ni me burlo de nadie.
No estoy en lucha contra ninguna madre.
Evidencia científica
No me molesta que una madre destete a su bebé con seis meses o un año. Me molesta que lo haga porque alguien la ha convencido de que su leche es agua y aun más que alguien le diga que eso es lo mejor para ella.
No soporto los «tu hijo aún no habla porque le das teta», o los «tu hijo no avanza en la terapia porque le das teta».
La evidencia científica brilla por su ausencia en la mayoría de casos. A pesar de todo lo que sabemos sobre lactancia materna, todavía las mujeres llegan al embarazo pensando en que «darán teta si pueden, si tienen leche». Y por supuesto, la lactancia materna es la causa de todos los males que le pueden suceder a un hijo. Y quitarla, la solución a todos los problemas.
Perspectiva de derechos
Me molesta que los demás tomen decisiones sobre las lactancias de las mujeres tan a la ligera.
No voy por la vida salvando lactancias. Ni obligando a nadie a dar el pecho. Estoy, escucho y acompaño. Sin tomar decisiones que no me pertocan, la autonomía de las personas es un principio básico y fundamental. Es perspectiva de derechos.
Existe una guerra contra el sistema social y económico que nos ignora como sujetos políticos
Estoy en guerra contra la falta de apoyo, de ayudas, de protección de la maternidad. Contra las bajas maternales ridículas, las medidas de conciliación que contemplan a los bebés como si fueran muebles y la precariedad a la que nos vemos abocadas las mujeres cuando cuidamos.
Estoy en lucha contra los mitos, los prejuicios y las mentiras que confunden y tergiversan la realidad. Contra esas ideas absurdas que nos hacen sentir culpables de todo.
Lucho todos los días contra un sistema que nos quiere calladas. Y nos quiere cuidadoras a tiempo completo y sin salario.
Así que, menos hablar por hablar y más ponerse a trabajar para todas las mujeres, las que son madres y las que no, las madres que dan teta o biberón, las madres lesbianas, trans, y podría seguir.
A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Evidencia cientifica y perspectiva de derechos.
Porque, señora Gimeno, por si no lo sabe: en la diversidad cabemos todos, incluida usted y su palabrería.
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