“Ay Mamá” de Rigoberta Bandini se ha convertido ya en un himno feminista. Tengo que reconocer que la primera vez que la escuché me gustó, pero no mucho. No me entusiasmó realmente. Pero, poco a poco me fue conquistando, la fui haciendo mía. Sin darme cuenta fui dándole un sentido a la letra, un sentido propio y a partir de ahí, sólo podía escucharla en bucle.
El arte es así, creas una obra: una canción, una escultura, un libro y cuando llega al público, cada persona acoge esa obra de forma personal y única.
La valía de esta canción es, para mí, la genialidad de acoger el sentimiento compartido de muchas de nosotras: mujeres y/o madres. Desde mi punto de vista es la justa medida para que cualquier mujer y/o madre, sea como sea, en su diversidad, se sienta interpelada por esas palabras: Ay mamá.
La letra de Ay Mamá” de Rigoberta Bandini
Tú que has sangrado tantos meses de tu vida
Reconocimiento a un tabú existente en nuestra sociedad: la menstruación se esconde, la sangre menstrual se considera sucia. En cualquier parte del mundo las mujeres cuando menstrúan viven rechazo e incomprensión, en una forma u otra, de forma más o menos importante, todas estamos en este mismo barco.
Perdóname antes de empezar
Soy engreída y lo sabes bien
Pedir perdón, no hacer sombra a nadie, no brillar, no tener opinión propia. Cualquier paso dado hacia destacar, hacia mostrarnos inteligentes, tener opinión propia, si además es contraria a lo establecido, se interpreta como que somos engreídas. Se nos desacredita cuando nos enfadamos, se nos pide que nos calmemos, en cambio, en los hombres se valora la agresividad.
A ti que tienes siempre caldo en la nevera
Ese “caldo en la nevera” simboliza para mí, en un sentido amplio, el cuidado de las personas. Un homenaje a todas las mujeres que cuidan, sean madres o no, sean tías, hermanas, etc. Las mujeres somos las que salimos con mayor frecuencia del mercado laboral para cuidar. La importancia de estas laboras y el poco reconocimiento que tienen.
Tú que podrías acabar con tantas guerras
Esto refleja la dicotomía entre las labores de cuidado: privadas, sanadoras, ocultas, invisibilizadas y gratuitas. Y las labores productivas: individualistas, competitivas, agresivas, reconocidas, públicas y remuneradas. Es un símbolo, no quiere decir literalmente que las mujeres podamos acabar con las guerras. Refleja lo que es el altruismo, el cuidado y como esto es lo contrario a la agresión y la competitividad, pisar al de al lado para subir en la escala social. Solidaridad como contrario a la competitividad.
Escúchame
Un grito a la visibilización, un impulso para movernos, para no callar, un grito para romper la invisibilización de la maternidad, de las mujeres.
Mamá, mamá, mamá
Paremos la ciudad
Basta, basta de matarnos, de violarnos, de esclavizarnos, de mutilarnos, basta. Paremos la ciudad, paremos el mundo. «Ay mamá de Rigoberta Bandini nos impulsa a gritar, a decir basta, a revindicar nuestros derechos como mujeres.
Sacando un pecho fuera al puro estilo Delacroix
El pecho femenino sólo está permitido para dar placer, sexualizado e instrumentalizado para el placer ajeno. Cuando se muestra el pecho femenino que amamanta o las mujeres se muestran con libertad, somo censuradas. El pecho femenino, el cuerpo femenino es de todo el mundo menos nuestro. Saquemos el pecho, mostrémoslo, como forma de rebelión ante la apropiación de nuestros cuerpos.
Mamá, mamá, mamá
Por tantas mamamama… mamá
Todas las mamamama… mamá
Tú que amarraste bien tu cuerpo a mi cabeza
Con ganas de llorar pero con fortaleza
Escúchame
Todas las personas, sean mujeres u hombres, han tenido una madre. Una madre que ha cuidado, ha protegido o lo ha intentado. Ese: «Tú que agarraste bien tu cuerpo a mi cabeza, con ganas de llorar pero con fortaleza», refleja como la maternidad está invisibilizada, desprotegida, ninguneada. Es complicado ser madre cuando la maternidad es de dominio público, de todos menos de nosotras. Proteger la maternidad es una deuda pendiente con las madres, reconocer su valor como factor de protección de la infancia, de las personas dependientes. “Con ganas de llorar, pero con fortaleza” es una frase que recoge mi vivencia de la maternidad diversa.
Voy más allá y llevo ese símbolo: «amarrar bien tu cuerpo a mi cabeza» a dar valor a lo femenino, a esa unión y conexión especial que se da entre mujeres: en los grupos de apoyo, en las cafeterías a la entrada de las escuela, las conversaciones en los parques, en los clubs de lectura feministas, etc… SORORIDAD
Mamá, mamá, mamá
Paremos la ciudad
Sacando un pecho fuera al puro estilo Delacroix
Mamá, mamá, mamá
Por tantas mamamama… mamá
Todas las mamamama… mamá
Mamamamamamama… mamá
Vivan las mamamama… mamá
No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas
Sin ellas no habría humanidad ni habría belleza
Y lo sabes bien
Escúchame
¿Por qué damos tanto miedo? ¿Por qué nos utilizan como fuerza productora y a la vez nos odian tanto? ¿Por qué el pecho femenino es tabú, pero a la vez es objeto deseado?
Por que vivimos una opresión sistemática cuyo único objetivo es controlarnos. Nos quieren sumisas, calladas y en silencio.
Autismo y lactancia
Lactando en Diverso es un proyecto personal de visibilización de la lactancia de un bebé autista. En esta web y en mis redes sociales me dirijo especialmente a madres (autistas o no) que dan el pecho a sus criaturas autistas. También a profesionales y cualquier persona que tenga relación con madres y bebés autistas.
La lactancia de un bebé autista está atravesada por el machismo y el capacitismo. Es una situación que da lugar a discriminaciones muy concretas.
La lactancia de un bebé autista es tan potente que asusta. Cuando un profesional no tiene conocimientos sobre lactancia (evidencia científica) ni perspectiva de derechos (autonomía del paciente) cubre con sus prejuicios, que son los que son comunes a toda la sociedad, esa carencia. Con lo que su reacción es anular y rechazar, asustar y culpabilizar.
El encaje entre feminismo y lactivismo
«Ay mamá» de Rigoberta Bandini es para todas: seamos madres o no, hayamos dado lactancia materna o no. Todas, por el mero hecho de ser mujeres (o madres), vivimos situaciones de discriminación y de opresión.
Esta canción es un potente mensaje de sororidad, de unión, independientemente de como seas. De si diste teta o biberón, de si decidiste volver a trabajar en seguida porque era lo que querías, como si te quedaste en casa y dejaste el trabajo. Sea como sea tu familia, seas como seas:
En la diversidad cabemos todos.
Segundo lema del blog Lactando en Diverso
Para citar esta entrada
Ramírez, Silvia (2022) «Ay, mamá» de Rigoberta Bandini. Lactando en Diverso. http://ow.ly/JCnV50HHcev
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