Hace tiempo que quiero hacer una entrada sobre bullying o acoso escolar y siempre encuentro una excusa.
Porque los temas de los que hablo en el blog me tocan muy de cerca.
Sea en primera persona, a traves de mis hijos o en mi experiencia como asesora de lactancia.
Y éste, este tema, temazo, lo he tenido demasiado cerca.
Aun tengo demasiado recientes en la retina algunas situaciones vividas con mi hijo en su anterior colegio y por este motivo me cuesta hablar de ello.
He sido víctima de burlas y mofas y he sido testigo de acoso en mi infancia. Mi hijo también.
Fui alumna de la EGB en una escuela en la que solo había niñas en la clase.
Una escuela de monjas en la que básicamente me tenían abducida.
«Pon la otra mejilla», «la culpa y el pecado», ¿os suena?
Pues yo me lo tragaba a pies juntillas. Hasta que llegué al instituto y abrí los ojos.
No sé si alguna de mis compañeras de EGB ha hecho alguna reflexión sobre las situaciones que se vivieron entre las paredes de la escuela y fuera de ellas.
Yo si. Sobretodo en los momentos en los que la sombra del bullying rodeaba a mi hijo.
Ninguna de nosotras, alumnas de aquel colegio de monjas, éramos conscientes de lo que estábamos haciendo. Éramos niñas rodeadas de un ambiente nada proclive a resolver conflictos y menos aún a respetar la diversidad.
No voy a hablar de esta época porque mis compañeras de EGB estan en contacto conmigo y se trata de algo que por mi parte está superado, aunque no olvidado.
El acoso escolar es la punta del iceberg de una sociedad que normaliza y banaliza la violencia.
Algunos ejemplos en en blog:
Acoso
Dice el diccionario que:
➡️ACOSO: es la persecución, sin tregua ni reposo, de un animal o de una persona.
Y partiendo de aquí podemos añadir todas las variantes que se nos ocurran.
Dependiendo del ámbito y del tipo de relaciones en las que se produzca, hablaremos de acoso escolar, acoso laboral, acoso sexual, etc.
¿Os acordáis de Verónica, la trabajadora de Iveco?
Yo mucho, mucho.
Pienso en ella y en su familia. En su entorno. Y me doy cuenta que la estructura del acoso que empieza en la infancia se repite en la edad adulta.
Con una gran diferencia que comentaré después.
Elementos del acoso
- Agresor principal
- Víctima principal
- Colaboradores en el acoso
- Testigos mudos y facilitadores del acoso
- Aliados
Hará cosa de un año o dos, no recuerdo exactamente, fui a una charla sobre acoso escolar. Estas charlas que se organizan en las ampas, apas o afas o como queráis llamarles.
Y no estuve de acuerdo con lo que allí se dijo. No se tuvo en cuenta el elemento del profesorado dentro del círculo de relaciones que forman parte del acoso.
No estoy de acuerdo porque pienso dos cosas.
- Un profesor o profesora puede ser agresor principal en una situación de acoso, colaborador y testigo mudo. Incluso víctima (sobretodo en caso de adolescentes, donde la relación de poder es más «fácil» que se de la vuelta) Y por supuesto, aliados contra el acoso.
- El clima escolar y la cultura organizacional de la institución educativa influye y mucho en los valores que se transmiten a los alumnos y profesores sobre lo que es permisible y lo que no, sobre la valoración que se hace de la violencia (se la denigra o veladamente se favorece y normaliza)
En aquella formación se tuvo en cuenta a la familia como factor preventivo o facilitador del acoso. Mucho se hizo hincapié en que los padres y madres tenemos mucho que hacer para prevenir el acoso en casa.
Por supuesto, pero no de la misma manera.
Una institución educativa tiene, entiendo yo que deberia tener, entre sus objetivos el de acompañar a las familias en la educación de los hijos. Y sus miembros, se supone que deben estar formados en esa labor, y ser conscientes de su papel facilitador y corresponsable de la crianza.
Las familias no todas van a tener capacidad, recursos y habilidades para hacerlo. Es una realidad que se tiene que tener en cuenta a la hora de establecer protocolos contra el acoso. Ni son profesionales de la educación, ni psicólogos, ni pedagogos ni tienen que serlo.
Y lo que más me hace estar en contra de este punto de vista es que las familias no estamos en el entorno educativo. Los padres, madres, abuelas, etc no estamos en la clase, en el patio, etc.
Que evidentemente tenemos un papel principal en la educación y crianza, si. Pero quienes están en presencia directa de los episodios de acoso no somos las familias. Por tanto, tanto profesorado, institución educativa, alumnos y familias somos TODOS responsables, cada uno en su medida, de las situaciones de acoso en la escuela.
Todos formamos parte de la estructura y los factores que influyen en el acoso.
Factores grupales y organizacionales:
- Cultura organizacional de la institución educativa
- Valores demográficos y culturales de la población
- Situación familiar, habilidades y recursos propios o ajenos de los que dispone esa familia.
- Formación del profesorado, situación personal, habilidades y recursos propios o ajenos de los que disponen.
Factores individuales:
- Agresor principal: Suele ser «victima» en otros contextos, sea como testigo o víctima real. Aunque tampoco es imprescindible. Entornos sociales agresivos que transmiten la violencia como algo natural. Sea la familia, el barrio o inclso la propia escuela pueden influir en que un niño o niña se posicione en el rol de agresor. Niños con baja autoestima, irritables, con bajo autocontrol e impulsivos.
- Víctima principal: Suelen tener algún trastorno del aprendizaje, discapacidad, pertenecer a algún grupo étnico minoritario, orientación sexual homosexual, son niños y niñas que ya son víctimas de exclusión social y rechazo en otros ámbitos. Con todo no es imprescindible, cualquier niño o niña puede convertirse en blanco de abusos.
¿Pueden ser acosadores los profesores y profesoras?
Contundentemente SI.
Seguro que habéis escuchado ya los audios de la escuela en Dos Hermanas en las que un grupo de profesoras acosa y humilla a una niña autista.
Esos audios solo son la punta del iceberg.
Evidentemente un juez tendrá que analizar la situación y determinar en qué medida son responsables de un delito y como deben responder por ello.
#PequeñoThor ha sido víctima de acoso escolar. No denunciamos porque ya teníamos decidido cambiar de escuela por otros motivos. Ya hice lo que tenía que hacer en su momento y hablé con quién tenía que hablar.
Solo os digo una cosa, en una situación de acoso TODOS SON VICTIMAS.
En los casos más graves un niño o niña puede buscar el suicidio como forma de salir del acoso y del sufrimiento.
Igual que hizo Verónica. Se quitó la vida porque la vida dolía.
(Por supuesto en este caso, habría que analizar el caso teniendo en cuenta la perspectiva de género y el factor tecnológico que permite que las consecuencias del acoso se multipliquen con mayor facilidad)
El acoso escolar tienen una gran diferencia con el acoso que vivió Verónica y que le causó la muerte.
En el acoso escolar hablamos de niños y niñas.
Nosotros, los adultos somos RESPONSABLES de parar esto.
Para que nuestros hijos e hijas crezcan en ambientes sanos y seguros.
Para que cuando lleguen a la edad adulta no repitan patrones de comportamiento y la falta de empatía que vivieron en su infancia no les lleve a compartir un video de una compañera sin su consentimiento.
ES UNA CUESTIÓN DE #EDUCACIÓN EN VALORES COMO EL RESPETO A LA #DIVERSIDAD.
Fuentes:
Enriquez Villota, María Fernanda y Garzón Velasquez, Fernando (2015). El acoso escolar. Saber, Ciencia y Libertad. Vol.10 N.1., pp.219-233.
Parés Soliva, Marina (17 diciembre 2007). Factores del acoso escolar. Recuperado en: https://www.educaweb.com/noticia/2007/12/17/factores-acoso-escolar-2679/
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