Acabar con la picaresca dicen algunos, aumentar la desigualdad es lo que pensamos todas. El día 22 se acaba la protección frente a despidos improcedentes de embarazadas, personas con reducciones de jornada, adaptaciones de horario o permisos de cuidados. Leo con estupor como en algunos titulares se afirma que se elimina este blindaje para facilitar que las empresas acaben con “la picaresca”. En otros, Igualdad trata de disculparse y afirma que es un error técnico que subsanará en seguida, no se sabe cuándo.
¿A QUIÉN DEJAN SIN PROTECCIÓN?
Soy una de las tantas mujeres que en España tenemos reducción de jornada por cuidado de hijo con discapacidad. Una jornada parcial, para que nos entendamos.
Me resulta gracioso, perdón, no. Me resulta insultante que pretendan acabar con la picaresca de quienes “abusan” de las reducciones de jornada. Es decir, de las mujeres que “abusan” de las reducciones de jornada, porque los hombres, lo que se dice los hombres, ni usan ni abusan de las reducciones de jornada. Ni se les ve, ni se les espera.
SIN HOMBRES EN EL HORIZONTE
Por varios motivos. Uno muy importante es que ellos cobran más que nosotras, por aquello de las desigualdades estructurales. Por tanto, fácilmente somos nosotras las que solicitamos reducciones o excedencias.
Estamos abocadas a trabajar en sectores de producción con salarios bajos, sectores feminizados que se les llama: sanidad, educación, servicios sociales… son algunos ejemplos.
Y otro motivo importante es que somos las que destinamos más horas a las tareas de cuidado. Somos pobres de tiempo: trabajar, cuidar, tareas del hogar… ¿dónde queda nuestro derecho al ocio y al descanso?
No estoy hablando de fulanito y menganito, ni de aquella que me dijo ni del vecino de abajo… hablo de algo estructural. Solo tienes que mirar las estadísticas del INE.
LA CONCILIACIÓN NO EXISTE, SOMOS LAS MADRES
Todo aboca a que seamos nosotras, LAS MADRES, las que estamos en este grupo al que ahora se le facilita al sector empresarial que se nos despida pagando un poco más y ale, a la calle.
Esto lo único que facilita es que nos empobrezcamos más. Quedarte sin trabajo siendo madre es para muchas la expulsión del mercado laboral, porque no pueden conciliar, y para otras tener que bajar expectativas salariales para poder hacerlo.
Las madres somos molestas porque no se valora el trabajo que realmente estamos haciendo. Cuidar es un trabajo a tiempo completo y sin derechos. Es una ocupación que cuando la ejercemos nosotras no tiene valor, pero si lo ejerce una empresa entonces se paga: trabajadoras familiares, enfermeras, cuidadoras, limpiadoras, etc. Eso sí, vuelvo al punto de antes, son sectores en los que se paga infinitamente menos por ser sectores feminizados.
MADRES DE HIJOS E HIJAS CON DISCAPACIDAD, SIN ESPACIO PARA LA PICARESCA
Por otro lado, si lo que tienes es, como yo misma, una reducción de jornada por cuidado de hijo con discapacidad, poco espacio queda para la picaresca. No sé de qué manera se puede una inventar una enfermedad, un trastorno o una condición tal que implique que los servicios de salud reconozcan una discapacidad.
No sé si se piensan que te regalan las discapacidades y las dependencias en el mercadillo o qué, porque no le encuentro otra explicación. Estamos controladas por servicios sociales, sanidad, el ayuntamiento en cuestión, educación… todo estamento público sabe lo que hay porque UNA NO PUEDE INVENTARSE estas cosas. Ni exagerando.
Aquí lo que hay es mucho tufillo a que nos rascamos la barriga. Tenemos reducciones de jornada, adaptaciones, excedencias, permisos retribuidos o no retribuidos para cuidar para: no sé, ir a hacernos las uñas, ir a la peluquería o qué sé yo que se deben pensar.
Aunque ojo, y esto que quede claro, tenemos todo el derecho del mundo a ir a la peluquería y a hacernos las uñas si nos da la gana.
Cuidar no debería significar ir desastradas, agotadas, con dolor de espalda y ansiedad por la vida. Y es así como vamos, empastilladas y doloridas tratando de llegar a todo, trabajando (las que pueden) y sin morir en el intento.
IGUALDAD, DICEN…
Mi indignación, como podéis ver, es absoluta. Ni las mujeres embarazadas, ni las madres recientes con bebés y criaturas pequeñas, ni las que tenemos hijos e hijas con discapacidad, familiares dependientes y/o con discapacidad PODEMOS INVENTARNOS ESTAS COSAS.
No sé dónde ven la picaresca. Que si, que alguno u alguna habrá, pero las estadísticas NO ENGAÑAN, a quienes dejan sin protección es, una vez más, a nosotras, las madres, hermanas, hijas cuidadoras… y dicho sea de paso: a los invisibles. Nuestros hijos e hijas, padres, madres, hermanas…
REFERENCIAS INTERNAS
Ramirez, Silvia (2024) La jornada interminable. Lactando en Diverso. https://bit.ly/3Wi4QMU
Ramirez, Silvia (2021) Estrés crónico, ansiedad, depresión: la salud mental de las familias. Lactando en diverso. https://bit.ly/3IPwbwH
REFERENCIAS EXTERNAS
Esteban, J. (2024, 7 de agosto) Díaz rectifica y facilita el despido de quien pida un cambio de jornada ante el temor a la «picaresca». El economista.es. https://bit.ly/4fSDDb9
Noriega, D. (2024, 7 de agosto) Igualdad promete corregir «un error· en la ley de Paridad que deja despedir a quién se acoge al permiso para cuidar a familiares. El diario.es https://bit.ly/3LVPQOq
Instituto Nacional de Estadística. (2024) Encuesta de población activa. Consultado el 09 de agosto de 2024. https://bit.ly/3WGXCjX
PARA CITAR ESTA ENTRADA
Ramirez, Silvia (2024) Acabar con la picaresca dicen algunos… Lactando en diverso. https://bit.ly/3YDse8A
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