En mi experiencia como asesora de lactancia y madre de un peque autista detecto aspectos que son habituales en la lactancia y se atribuyen erróneamente al autismo. Son conductas mamíferas, propias de los bebés criados con lactancia materna, atribuidas exclusivamente al autismo.
1. Toma teta de un solo pecho y rechaza el otro
No, que un bebé con autismo prefiera un pecho sobre el otro, no es atribuible per se al autismo. En realidad, todos los bebés suelen decantarse por uno u otro pecho. Es lo que yo llamo lactancia asimétrica.
Un terapeuta (psicólogo, logopeda, etc) que te diga que tomar teta solo de un pecho es un signo de rigidez y de inflexibilidad, puede que sepa mucho de autismo, pero no sabe nada de lactancia. Porque la gran mayoría de los bebés, tengan autismo o no, escogen una teta como preferida.
Solo decirte que es obvio que un bebé autista tendrá conductas diferentes, presentará probablemente dificultades para aceptar los cambios y cosas similares. Que tome teta de un solo pecho, no es una conducta atribuible al autismo, porque todos lo hacen (alguno habrá que no, por supuesto).
Teniendo en cuenta que ningún niño llega al instituto tomando pecho, y que es un comportamiento común en los bebés criados con lactancia materna, eres tú la que tiene que sopesar si te molesta la lactancia asimétrica. Pero no lo relaciones con el autismo, no tiene nada que ver. Como siempre digo, son tus tetas, haz con ellas lo que quieras. Si quieres destetar o intentar que tome de los dos pechos, hazlo porque tú lo necesitas, no porque te digan que es una conducta «a corregir».
Si necesitas saber más sobre lactancia asimétrica, en esta entrada hablé específicamente de este tema.
2.Toma teta con algún tipo de ritual
Otra vez, vuelvo a decirte, que todos lo hacen. Unos pellizcan, otros tiran del pelo, los hay que sintonizan la otra teta, algunos quieren tomar teta con su juguete preferido en la mano y todo lo que se te ocurra.
Evidentemente, no voy a decirte que tal vez en el caso de un bebé autista, la necesidad de ese ritual sea superior, muy superior a la de otros bebés. Pero tampoco es una conducta necesariamente a corregir, a no ser que, vuelvo otra vez a lo de siempre, a ti te moleste.
Si te molesta ese ritual que tu bebé ha establecido para tomar teta, porque, por ejemplo, te pellizca el otro pezón y eso duele, intenta cambiar ese ritual con ayuda de tu terapeuta. Dependiendo de la edad y la capacidad de comprensión de tu bebé, usarás pictogramas, algún refuerzo positivo, o lo que sea conveniente.
Pero si no te molesta, si cuando toma teta necesita por ejemplo tener su muñeco favorito en la mano, y si no lo tiene grita y patalea, pues con tener ese muñeco favorito siempre a mano (y tres de repuesto bien guardados en el armario) tienes el problema solucionado.
Ese ritual, ese objeto, o esa conducta (tocar el pelo, etc) que realiza junto a la toma, puede que cuando la lactancia se acabe desaparezca. O puede que no. Muchos bebés, una vez se ha acabado la lactancia, siguen haciendo las mismas cosas que hacían al pecho tiempo después. Porque les relaja. Por ejemplo, tocarse el pelo.
Todos los bebés tienen sus manías a la hora de lactar, que tu hijo tenga autismo no implica que forzosamente haya que modificar su conducta. Solo si esa conducta para ti es un problema, porque te molesta, te hace daño, es inapropiada, o el motivo que sea.
Sobre herramientas para favorecer el destete de un peque autista, sea total o parcial, hablé en esta entrada.
3. Toma teta para calmar sentimientos y emociones
La lactancia materna es mucho más que alimento nutricional. Es alimento emocional, es una herramienta de contención emocional potentísima. Tanto que asusta, impacta y remueve conciencias.
La lactancia materna más allá de los seis meses es tabú. Está muy mal vista y por desgracia hay mentes perversas que ven en ella algo sexual. Y aunque lo es, porque el embarazo, el parto y la lactancia forman parte de la vida sexual de la mujer, quienes ven en la lactancia algo sexual en realidad están pensando en otras cosas y tienen la mente sucia, muy sucia.
Así que ver a un bebé pegado a la teta cada vez que se asusta, se hace daño o porque sí: molesta, es incómodo y rechazado.
¡Pero es algo totalmente cultural! A todas las madres (espero que haya excepciones) que dan lactancia materna más allá de los seis meses les han recriminado alguna vez que lo hagan. Las han invitado a taparse, les han hecho algun comentario despectivo o incluso les han indicado la puerta de salida.
Todos los bebés se calman con la lactancia materna: es consuelo, amor, protección, seguridad y calma. Un bebé con autismo probablemente tiene alguna dificultad sensorial, y si no la tiene, pues tendrá dificultades para entender el mundo que le rodea, y si no, pues tendrá dificultades en el lenguaje o mil cosas más. (El autismo es un espectro, así que afirmar rotundamente que un bebé autista es «así» es bastante poco acertado. )
Si no tiene autismo, da igual, es un bebé. También está en desarrollo, también tendrá necesidad de aprender desde un puerto seguro. La diferencia es que tú vas a terapias y estás en el punto de mira de profesionales de la salud y la educación que van con una mochila cargada de mitos y prejuicios alrededor de la lactancia materna.
Sobre la lactancia como contención y regulación emocional en el autismo hablé aqui y aqui.
4. Toma teta compulsivamente.
Entre los 18 meses y los 3 años hay una etapa de desarrollo y crecimiento muy intensa. Los bebés entran en una fase de desarrollo que muchas personas denominan «los terribles dos».
Es una etapa de reafirmación de la personalidad, de toma de conciencia de la propia existencia y de la capacidad para conseguir lo que queremos. Las rabietas suelen ser habituales ante la negativa a conseguir algo. E incluso a veces suceden por cosas sin demasiado sentido para nosotros, los adultos, como que la chaqueta se haya ensuciado y esté en la lavadora.
Los bebés amamantados se tiran literalmente a la teta de forma compulsiva. Es uno de los momentos más difíciles para destetar porque están todo el día y toda la noche «enganchados».
Da igual que tu hijo tenga autismo o no, todos lo hacen. Es una etapa absolutamente corriente en el desarrollo de los bebés. Se pasan el día a la teta porque es su refugio emocional. El mundo es algo muy grande y aterrador que tan solo empiezan a descubrir y mamá siempre será un lugar para calmarse y refugiarse.
Todos la pasan. Es posible que un bebé con autismo permanezca en esta fase durante más tiempo, las rabietas pueden confundirse con desregulaciones sensoriales y son momentos de mucho sufrimiento para ellos. Una vez más la lactancia es más que alimento nutricional.
Los bebés, tengan autismo o no, necesitan aprender y crear sus propias herramientas de contención emocional. La gestión de las emociones, el autoconocimiento de su propio estado de ánimo y la autoregulación es algo que los niños neurotípicos parece que llevan de serie, parece que no hay que hacer nada, porque con el paso del tiempo, mejor o peor, lo aprenden.
Nuestros peques autistas necesitan que les acompañemos en ese aprendizaje de manera más intensa. La lactancia materna es una herramienta de contención emocional que desaparecerá con el tiempo. Desde mi punto de vista, es absurdo dedicar los esfuerzos a destetar por que si, en lugar de dedicar esos esfuerzos a dar a ese bebé herramientas y espacios de contención emocional que vayan a servirle para toda la vida.
Una vez más, siempre que tú lo desees, la lactancia se acabará cuando tú lo decidas, o cuando tu bebé lo decida. Terminar prematuramente una lactancia cuando es por decisión de terceras personas solo conduce al sufrimiento y al dolor de madre y criatura.
Autismo y lactancia compatibles
No existe ninguna incompatibilidad médica entre la lactancia materna y el autismo. En todo caso, son barreras culturales, estereotipos y prejuicios que conducen a discriminaciones y vulneraciones de derechos.
La lactancia es cosa de dos: de tu bebé y tuya. Autismo y lactancia son compatibles, la decisión de destetar es de la madre y de nadie más es uno de los lemas del blog. Tu bebé decidirá dejar la teta cuando quiera. Si tú no quieres esperar a que lo haga por si mismo y decides destetar es tu decisión. A nadie más que a ti y a tu bebé les incumbe: ni empezar la lactancia materna, ni acabarla. Es algo privado en lo que nadie debería inmiscuirse.
Dar el pecho o no darlo es tu decisión. La mayoría de mujeres que dan el pecho en realidad no lo hacen porque sea más beneficioso, no dan el pecho por lo que digan o dejen de decir los estudios científicos: lo hacen porque quieren.
Muchas mujeres intentan dar el pecho y se topan con la falta de asesoramiento adecuado y no pueden llegar a hacerlo. Otras directamente no quieren ni pensar en dar el pecho y optan por la lactancia artificial.
Todas las opciones son respetables y son privadas e íntimas y nadie debería inmiscuirse en los motivos por los que haces una u otra cosa.
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