SER ASESORA DE LACTANCIA (2): EVIDENCIA CIENTÍFICA

Ser asesora de lactancia es trabajar desde la evidencia científica y la perspectiva de derechos. En realidad, creo que deberían de ser los pilares de trabajo de cualquiera que se dedique, en general, al cuidado de personas de forma profesional.

Como decía en esta entrada, para mí, ser asesora de lactancia, se basa en estos dos pilares. En ella expuse brevemente qué es para mi la perspectiva de derechos. Vamos a por el concepto de evidencia científica. Como dije, aunque para mí son dos ideas que van indisolublemente unidas, las explico por separado para facilitar la comprensión del mensaje que pretendo transmitir.

¿Hace falta ser científico para trabajar desde la evidencia?

Pues no debería. Por supuesto si te dedicas a la investigación, lo vas a tener mucho más fácil. Pero no hace falta dedicarse a la investigación de ningún tipo.

Trabajar desde la evidencia científica es actuar basándonos en información contrastada y validada. No es tarea fácil en los tiempos que corren. Vivimos en la era de la infoxicación y es difícil distinguir la información veraz del engaño y la estafa.

En la lactancia existen productos de todo tipo para aumentar la producción de la leche, para analizar su calidad, para aumentar su calidad, etc. Ni la calidad ni la cantidad de leche que produce una madre dependen de productos milagrosos ni de análisis de laboratorio.

En el autismo existen multitud de terapias y productos con nombres rimbombantes para «curar» el autismo. Ni el autismo ni sus comorbilidades se curan o se le pasan a uno como si fuera un resfriado.

Quién está detrás de todo esto ni sabe de lactancia, ni sabe de autismo, lo que SÍ sabe es vaciar el bolsillo de las familias y aprovecharse de su vulnerabilidad. La información actualizada y contrastada es imprescindible para no caer en manos de estafadores.

Trabajar desde la evidencia sin ser científico

Y, además, todos contamos con un bagaje cultural, cargado de ideas preconcebidas, prejuicios y estereotipos, transmitidos por generaciones, que no tienen por qué ser ciertos.

Mucho más, en una actividad, porque no le puedo llamar profesión, como la asesoría de lactancia. Sin regulación, sin respaldo de ningún tipo, sin formación reglada, nada.

La mayoría empezamos con algún cursillo y porque nos mueven las ganas de ayudar. Seguramente, hemos pasado por situaciones difíciles con nuestra lactancia, nos han ayudado mucho y queremos devolver esa ayuda.

O tal vez no hemos tenido grandes problemas, pero hemos compartido nuestra maternidad y comprobado la importancia del apoyo entre iguales. Y queremos formar parte de ese apoyo.

De manera que somos madres con cualquier profesión, sanitarias o no, que nos unimos al activismo por la maternidad y la lactancia.

Así pues, a menos que nuestra profesión de base nos haya proporcionado conocimiento sobre la Evidencia Científica, así, con mayúsculas, no tenemos ni idea.

No sabemos nada de artículos científicos, ni de metodologías de investigación, ni nada.

De manera que trabajar desde la evidencia puede parecernos un laberinto sin salida.

Pero se puede y se debe. Se puede porque, aunque no tengas conocimientos sobre evidencia, puedes aprender. Seguramente nunca al nivel de una persona que se dedique habitualmente y esté formada para ello, pero sí puedes aprender algunas nociones que te ayuden a seleccionar la información.

Se debe porque trabajamos con madres y con bebés y por mucho seguro de responsabilidad civil que tengamos contratado, nadie te quita la carga sobre la conciencia de haber cometido un error grave por desconocimiento.

Antes de hablar de evidencia, hablemos de método científico

Brevemente, diremos que el método científico es una metodología de trabajo. Consiste en una serie de actividades que permiten adquirir conocimientos de forma veraz y contrastada.

Ante la observación de unos hechos, que constituyen un problema que resolver, formulamos una hipótesis. Pensamos una posible solución, razonamos según los conocimientos previos que tenemos, realizamos una búsqueda del estado actual del conocimiento y formulamos la hipótesis. Ponemos a prueba esa hipótesis a través de diferentes técnicas de investigación, que pueden ser cualitativas (aspectos subjetivos) o cuantitativas (aspectos cuantificables). Y finalmente obtenemos una respuesta. Comprobamos que los hechos se corresponden o no con nuestra hipótesis.

El método científico supone estar en constante revisión de lo que conocemos. Comprobando una y otra vez que los hechos se corresponden con las hipótesis.

Y no tan sólo eso, sino que el método científico supone detectar sesgos, errores, conflictos de intereses, validez y calidad del diseño de la investigación, etc.

El conocimiento que adquirimos después de un proceso de investigación tiene que ser reproducible o replicable y tiene que poder ser permanentemente puesto a prueba de manera que en todo momento se cumpla su veracidad. Estos son los principios de falsabilidad y replicabilidad.

¿Qué es la evidencia científica?

Si buscamos la definición de ambas palabras en la Rae:

evidencia.

(Del lat. evidentĭa).

1. f. Certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar. La evidencia de la derrota lo dejó aturdido.

2. f. Der. Prueba determinante en un proceso.

Real Academia de la Lengua Española.

científico, ca

(Del lat. scientifĭcus.)

1. adj. Perteneciente o relativo a la ciencia.

2. adj. Que se dedica a una o más ciencias. Apl. a pers., u. t. c. s. En la expedición se incluyen varios científicos.

3. adj. Que tiene que ver con las exigencias de precisión y objetividad propias de la metodología de las ciencias.

Real Academia de la Lengua Española

¿Cómo puede ser que evidencia científica sea una certeza clara relativa a la ciencia, si acabamos de decir que el método científico supone estar en constante revisión de los conocimientos?

“Porque lo científico nunca será, por definición, evidente (cierto sin duda) y lo evidente no puede obtenerse a través del siempre sujeto a error, método científico.” (García et al, 1997)

Por tanto, desde mi punto de vista, trabajar desde la evidencia científica es más una guía, una perspectiva desde la que trabajar, que una realidad certera y absoluta.

Trabajar desde la evidencia científica como objetivo

Es un objetivo. Un trabajo diario y constante de cuestionamiento de lo que sabemos. Es la constatación consciente y palpable de que nunca sabremos suficiente.

La ciencia, aunque parezca contradictorio, nunca será una verdad irrefutable. Siempre está y eso es positivo, en constante cuestionamiento.

Así debe ser para evitar caer en cosas como “siempre se ha hecho así” y el “a mí me funciona”.

Nos dijeron que teníamos que esperar tres horas después de comer ante de meternos en la piscina. Y la ciencia demostró que estábamos equivocados.

También que para la diarrea era conveniente hacer dieta astrigente y tomar bebidas isotónicas. Y la ciencia demostró que estábamos equivocados.

Si buscas en Google, a pesar de esto, continuarán apareciendo artículos y páginas web que te recomiendan arroz con pollo para cortar la diarrea.

Para conseguir trabajar desde la evidencia científica hay que armarse de criterio propio, sentido común y ser humilde.

Todos venimos con creencias e ideas preconcebidas propias que nos ayudan a tomar decisiones en nuestro día a día. Es muy difícil hacer cambiar de opinión a alguien cuando ya tiene una idea en la cabeza. Se llama sesgo de confirmación. Buscamos aquello que confirma nuestras creencias.

Así que no es tarea fácil.

La actitud es un primer paso, pero es insuficiente.

Supongamos que tenemos la actitud, somos conscientes de que tenemos que poner en cuestionamiento nuestro propio conocimiento, sin perder de vista nuestro propio criterio.

La opinión sobre un tema la tienes, tienes tu postura, tu posicionamiento, no se trata de que cambies de opinión a la primera, sino de que dudes y contrastes toda la información.

  • Asegurarte de conocer la fuente y comprobar quién hay detrás realmente. Qué prestigio tiene, qué trayectoria, etc.
  • Comprobar que es la fuente original y no ha sufrido modificaciones. Si en un artículo de prensa, que comenta un estudio científico, no sale la fuente original, desconfío.
  • Buscar opiniones diferentes a la interpretación de la información que estas manejando. Críticas y contraopiniones. Valorar quién utiliza mejores argumentos.
  • Tener cuidado con que sea actual y no esté desfasado por el simple paso del tiempo

Y he aprendido a leer mínimamente artículos de investigación. Porque las fuentes originales son, en la mayoría de los casos, artículos en revistas científicas. Ojo, y en inglés. Añadiría también aprender inglés, es la realidad.

Comparto aquí una Guía práctica de lectura crítica de artículos científicos originales en Ciencias de la Salud publicada por el Instituto nacional de gestión sanitaria del ministerio de sanidad. Servicios sociales e Igualdad.

A mí me ha facilitado mucho las cosas. Esta guía y estudiar psicología, que en ello estoy. Además del posgrado, la carrera de Derecho y todo el bagaje autodidacta de tantos años. Y sigo aprendiendo. Como siempre decimos en LactaMater: no nos va a dar la vida para aprender todo lo que queremos aprender.

Ser asesora: perspectiva de derechos y evidencia científica

Por tanto, ser asesora, para mí, es trabajar desde la perspectiva de derechos, poniendo en el centro a la madre y al bebé. Dejando a un lado “lo que yo haría” y preguntando, antes de nada: “¿en qué puedo ayudarte?”

Y trabajar desde la evidencia científica, cuestionando todo lo que sé, aprendiendo, formándome a cada paso y contrastando cada mensaje que recibo, cada noticia, cada artículo, siendo humilde y reconociendo que no lo sé todo.

Son dos metas que están en el horizonte y que en realidad son inalcanzables. Suponen el cuestionamiento constante de mis creencias, ideas y prejuicios, que son muchos.

REFERENCIAS

Garcia, M, Echevarría E Poza (1997) Evidencia científica versus estado actual de la cuestión. Elsevier Vol. 20. Núm. 8. páginas 454-455

Pico, Iván (s.f.) Fases del método científico. Psico.com Consultado el 10/10/2021. https://psicopico.com/las-5-fases-del-metodo-cientifico/

Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (s.f.) Guía Práctica de Lectura Crítica de Artículos Científicos Originales en Ciencias de la Salud

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